lunes, 6 de junio de 2011

El Orgullo de las Margaritas




Si alguien pasea alguna vez por un bosque, un parque, por un descampado, o cualquier sitio con algo de vegetación cuando llega la primavera, y se para a mirar un poco hacia abajo, observando lo que le rodea, seguramente logrará vislumbrar unas florecillas bastante pequeñas por lo general, de pétalos blancos y estambres amarillos. Es la típica flor a la que en las películas de amor, la chica con el corazón confundido le arranca los pétalos uno a uno diciendo…-¿me quiere?, ¿no , me quiere?.



Pues cuando valláis paseando y os encontréis con esa flor, sabed que se llama margarita.


Al igual que yo, Muchos os habréis encontrado a menudo con estas florecillas silvestres y las habréis mirado cómo a una flor más, sin notar nada raro en ella. Pues bien, os voy a relatar lo que me sucedió hace unos días.

Estaba yo en el parque de al lado de mi casa, paseando al perro de mi abuela como todas las tardes, cuando caminando por el césped me topé con un grupo de margaritas, que casualmente estaban en el único tramo de césped que no estaba cubierto por un árbol. Hasta aquí todo es normal.


Algún día más tarde pasaba con la bici por un pinar que queda saliendo del barrio por donde vivo, cuando en un claro del pinar, dónde ningún árbol tapaba el cielo, había otras cuantas margaritas, todas en el centro del claro, todas mirando siempre hacia arriba. En este momento, mi cabeza comenzó a elaborar un pensamiento, pero aún no sabía darle forma.

Pasadas unas cuantas semanas, fui con mi novia a la sierra, a hacer una marcha y pasar un día rodeados de naturaleza y alejados de la ciudad. Después de toda la mañana andando, paramos a comer en una praderilla que queda cerca de un arroyuelo de agua helada , ¿adivináis qué encontré en mitad de dicha pradera?, efectivamente, margaritas, todas mirando hacia el cielo. Fue en ese momento cuando me percaté de lo que les pasaba a todas las margaritas, siempre están en zonas donde no hay nada más altas que ellas, donde ningún árbol las tape la vista al cielo, y siempre están mirando hacia arriba.
¿Por qué?


Una vez en casa, movido por la curiosidad, me puse a buscar en los libros de ciencia a ver si encontraba la causa de este curioso fenómeno, pero en ninguno me lo aclaraban. Cansado de leer tanto libro de ciencia, abandoné mi búsqueda y olvidé de este asunto.
Fue unos mese más tarde, casualmente, leyendo en la biblioteca un libro de leyendas indias cuando encontré la respuesta al enigma. A continuación me dispongo a transcribiros la leyenda.

“El orgullo de las Margaritas”


Alguien se ha preguntado por que las margaritas siempre miran hacia arriba?, ¿Por qué no crecen donde haya algo más alto que no las deje ver el cielo?


Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo, cuando ni el matamoscas había sido descubierto, las margaritas eran unas flores tristes que crecían en cualquier sitio , siempre estaban quejándose, es cierto que no eran las flores más bonitas, de hecho… no lo son, pero tampoco son feas, todo lo contrario, es una flor que siempre alegra el paisaje. Pues bien, las margaritas siempre andaban quejándose de que había flores más pequeñas que tenían colores más bonitos, que las gustaban más los rojos pétalos de las amapolas que los e eran suyos. También se quejaban de que eran y muy débiles y pequeñas en comparación con los arbustos, y mucho más si se comparaban con los árboles. Un día, el Dios del Bosque paseaba por sus tierras entre los árboles y molesto por tanta queja, preguntó a las margaritas:
-¿ De qué os quejáis tanto?, ¿ qué es lo que os pasa?


- Nuestros colores son muy pobres en comparación con otras flores, somos muy débiles al lado de los árboles, y nuestros pétalos son más pequeños que los de muchas otras flores. Respondieron angustiadas las margaritas.


Viendo tanta tristeza y tanto afán por ser las flores más bonitas, más altas y más fuertes, el Dios del Bosque se compadeció, y las prometió que atendería sus peticiones. Las margaritas, maravilladas, escucharon su promesa.


Dijo entonces el Dios del Bosque:


-A partir de ahora, las margaritas serán las flores más bellas, más altas y más fuertes, y sus colores serán más bonitos que los de cualquier otra flor
Entonces el Dios del bosque, las dijo que, a cambio, siempre debían estar mirando hacia arriba, siempre hacia el cielo, y que desde ese momento sólo debían crecer en los claros, donde nada las pudiese tapar la vista del cielo.


Fue así cómo el Dios del Bosque engañó a las margaritas, y es por eso, que las margaritas se creen la flor más alta, más fuerte y más bella, porque nunca miran abajo ni a los lados, donde pueden ver otras flores más bonitas. Y es por este engaño, que las margaritas se creen más altas y más fuertes que los árboles, porque desde aquel momento, nunca han vuelto a ver otra cosa que no sea el cielo.

4 comentarios:

  1. hola! pasaba a saludarte!
    te dejo un fuerte abrazo!

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  2. MUCHAS GRACIAS ALLEK!!
    DA GUSTO SABER QUE ALGUIEN ME LEE
    UN ABRAZO

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  3. Hola.
    Me ha gustado. Sin embargo... le encuentro un "pero" :) Y es que si fotografías esa misma margarita a última hora de la tarde, verás q tiene los pétalos hacia abajo, como un paraguas. ¿El orgullo de las margaritas no tiene segunda parte? :)
    Un Saludo!
    Elenna

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  4. Pues debería haberl segunda parte si...
    es que a las margaritas les da pena que se valla el sol.
    Gracias por comentar
    un abrazo
    (todo lo que se dice antes del pero no cuenta)

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